La Unión Europea continúa batallando por los derechos de los consumidores, de nuevo en el terreno del «derecho a reparar» donde Europa está insistiendo especialmente a los fabricantes. Porque si se extendió la garantía comercial a tres años, se incluyó el puerto USB C como estándar y los dispositivos debían facilitar el cambio de batería, Europa obligará a las marcas a que reparen los móviles y otros electrodomésticos incluso fuera de su periodo de garantía.
Usar un dispositivo electrónico y cambiarlo al más mínimo fallo diciendo eso de «es que sale más caro repararlo que cambiarlo por uno nuevo» tendrá menos sentido dentro de la Unión Europea, no en vano existe una cruzada en contra de malgastar recursos en el ámbito electrónico. Desde los electrodomésticos de nuestro hogar al smartphone que llevamos continuamente en el bolsillo, los fabricantes tendrán que ofrecer un mejor servicio posventa para favorecer la reparación de esos aparatos. Y es una buena noticia para todos.
Deberán ofrecernos un precio de reparación y tiempo razonables
El «derecho a reparar» sigue afianzándose en la Unión Europea con una nueva medida que ha aprobado hoy el Parlamento. Con 584 votos a favor, 3 en contra y 14 abstenciones, la medida sale adelante con la idea de obligar a las marcas a que reparen los aparatos en lugar de cambiarlos por dispositivos nuevos. Y podremos exigirlo, incluso aunque haya pasado la garantía de tres años.
La nueva normativa obligará a que los fabricantes nos informen adecuadamente de cómo podremos reparar nuestros dispositivos, móviles incluidos. Europa busca que la opción de reparar antes que cambiar quede más presente; siempre a un precio razonable para el consumidor y sin que la reparación deba extenderse demasiado tiempo.
Según la normativa recién aprobada en el Parlamento Europeo:
“Una vez expirada la garantía legal, el fabricante seguirá obligado a reparar productos domésticos comunes, técnicamente reparables según la legislación de la UE, como lavadoras, aspiradoras e incluso teléfonos inteligentes. Los consumidores también podrán pedir prestado un dispositivo mientras el suyo está siendo reparado u optar por una unidad reacondicionada como alternativa si la reparación no es posible.”
No sólo podremos exigir una reparación a un precio razonable fuera de garantía, también pedir un dispositivo de reemplazo mientras el nuestro se repara. Y si la reparación no es técnicamente viable, podremos solicitar una unidad reacondicionada y a un mejor precio que lo que nos costaría adquirir el dispositivo totalmente nuevo.
La nueva normativa fue aprobada en el Parlamento Europeo, pero aún no estará operativa: primero ha de publicarse en el Diario Oficial de la UE. Tras la publicación, todos los países que conforman la Unión Europea tendrán 24 meses para aplicar la nueva normativa.
Imagen de portada | Iván Linares
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