Los sistemas de control para teléfonos móviles sufrieron una gran revolución con la llegada de las pantallas táctiles, aunque también comenzó una carrera imparable hacia el incremento progresivo del tamaño de los terminales. ¿No sería posible llevar una parte del control de los móviles de su pantalla a otro sitio para poder usarlos a distancia, por ejemplo desde el bolsillo?
Claro que sí. Una opción es el control parcial desde dispositivos wearables como relojes, pulseras, etc. Otra es el sistema iSkin propuesto por la Universidad de Saarland en Alemania y la Carnegie Mellon en Estados Unidos. ¿En qué consiste?
Pues básicamente en una lámina muy fina en forma de etiquetas que contiene sensores capacitivos y resistivos similares a los de las pantallas táctiles actuales. Se colocan sobre la piel del usuario con un adhesivo "de grado médico" (supongo que para que no cause alergias o problemas en el cuerpo) que puede ponerse y quitarse con facilidad y cuenta con varios botones o puntos de control predeterminados.
Sólo tendríamos que ponernos una de estas etiquetas en el brazo o en la mano y podríamos controlar diferentes funciones del teléfono sin tener que sacarlo del bolso o bolsillo. Por ejemplo se puede controlar la reproducción de música, descolgar o colgar llamadas, incluso enviar mensajes desde un teclado virtual.
Por el momento los primeros prototipos funcionan con los molestos cables que podéis ver en las fotografías y en el vídeo, aunque se espera que en poco tiempo pueda ser posible implantar chips de radiofrecuencia para que se comuniquen de forma inalálmbrica con nuestros móviles.
Más información | Universidad de Saarland
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