A veces, y cada vez en más ocasiones, la tecnología y la vida cotidiana chocan frente a frente. Y es que no para de crecer el número de adictos al móvil, esos que en medio de una conversación con ellos pueden, aparentemente, escucharte mientras están contestando a unos WhatsApp o leyendo su timeline de Twitter.
Pero el último choque entre tecnología y vida cotidiana que hemos conocido es de lo más curioso. El equipo holandés de fútbol PSV Eindhoven ha dotado de conectividad WiFi a su estadio, lo que puede parecer a priori una gran idea, lo que ha generado las protestas de una parte de la afición local, ya que muchos hinchas están más atentos al móvil que al desarrollo del juego durante los partidos.
Primer partido de la liga Eredivisie para el PSV Eindhoven con una rotunda victoria, 6-1 frente al NAC Breda. Sin duda un motivo de alegría para la grada local, pero seguramente más de uno de esos hinchas se perdería alguno de los numerosos goles debido a la disponibilidad de acceso WiFi en el estadio Philips.
Muchos sufrimos la incapacidad de las redes móviles actuales para responder ante grandes aglomeraciones de usuarios, por lo que dotar de un estadio de fútbol de conectividad WiFi no parece mala idea, aunque como en muchas cosas de la vida todo tiene su parte buena y su parte mala.
Más animar, menos atender al móvil
Y es que los aficionados de las gradas más animadoras del estadio del PSV mostraron en dicho partido pancartas en contra del WiFi de su cancha. ¿La razón? Según los mismos son muchos los hinchas que en vez de animar a su equipo durante el partido están más al móvil que al desarrollo del propio encuentro.
No es de extrañar que algo así ocurra a estas alturas pero que se produzca una protesta tan numeroso con una razón así si que es bastante inusual. Ahora, no sabemos si el club decidirá tomar medidas en el asunto, lo que parece bastante complicado al enfrentarse distintos intereses. Aparentemente no parece un problema que se pueda atajar de una manera sencilla, sino más una cuestión personal de cada uno. Eso si, con los precios de las entradas, al menos en España, yo no entiendo como se puede estar a otra cosa que no sea el partido.
Vía | The Guardian Foto | Flickr de zoetnet
