De Apple, Flesky, teclados y los jardines amurallados

De Apple, Flesky, teclados y los jardines amurallados
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Estos días han aparecido un par de noticias relacionadas con un apartado específico de los iPhone de Apple: el de los teclados. Primero llegaba el llamado Typo Keyboard, una iniciativa para ofrecer un teclado físico, y poco después otra empresa lanzaba su nuevo teclado virtual para iOS, llamado Flesky.

Los teclados físicos han quedado relegados a un segundo (o tercer) plano en la mayoría de smartphones del mercado, pero siguen teniendo tirón. En el caso de los virtuales, al menos en Android existe la opción de elegir aquel que más nos guste. En Apple, no obstante, insisten en controlar también este apartado, algo que los desarrolladores tratan de cambiar.

El control vuelve a restar opciones

La obsesión de Apple por controlar todo lo que rodea a sus productos es ya legendaria. El jardín amurallado en el que la empresa de Cupertino invita a entrar a todos los usuarios es especialmente atractivo: todo lo que proponen funciona a la perfección. Pero como sucede en cualquier jardín amurallado, el problema es querer salirnos un poco de esas líneas que dictan en Apple.

Apple Walled Garden

Hay muchos ejemplos en este sentido, pero uno de ellos es el de los teclados. Apple no permite que podamos utilizar un teclado nativo que no sea el que ellos ofrecen de serie en iOS, aunque eso sí, ha levantado un poco la mano con los desarrolladores, que podrán hacer uso de teclados propios para sus aplicaciones si así lo desean.

Flesky trata de aprovechar ese resquicio en la gran muralla de Apple para proponer una solución software que cualquier desarrollador podrá integrar en sus aplicaciones con una sola línea de código.

El teclado, que lleva disponible desde junio --más como demo tecnológica que como producto en sí-- ha madurado y ofrece un sistema en el que se combinan los gestos con la escritura táctil y la corrección y escritura predictiva para mejorar la velocidad de escritura en el iPhone. En Android ya está disponible desde hace algún tiempo, pero la competencia en esa plataforma es feroz --Swiftkey, Swype o Touchpal lo demuestran--. Su éxito en iOS es mucho más complejo --aunque cuatro aplicaciones ya lo usan-- por esa filosofía de Apple.

El futuro del teclado de iOS

El teclado nativo de iOS es muy decente. Lo demuestra el grado de satisfacción de los millones de usuarios de estos dispositivos, que no obstante se ven forzados a utilizarlo sí o sí sin que Apple parezca interesarse por tendencias que han demostrado su validez en este terreno.

Teclado Google

Una de ellas es, sin duda, la escritura gestual que proponen aplicaciones como Swype, en las que uno simplemente desliza el dedo por las letras para ir construyendo las frases. La tecnología de Swype no ha tardado en ser adoptada (por no decir otra cosa) por la propia Google, que ofrece esta misma funcionalidad en su teclado nativo, disponible en la Play Store desde hace unas semanas.

Joe Braidwood, directivo de TouchType --la empresa detrás de Swiftkey-- lo dejaba claro en unas declaraciones recientes:

La API que necesitan abrir de forma obvia es la del teclado, porque es su gran debilidad. El teclado es lo que necesita más trabajo en esta plataforma.

Por supuesto, a los ingenieros de Swiftkey les encantaría poder llegar a la plataforma iOS --un jugoso pastel del que poder coger un pedazo-- pero Apple no lo pondrá fácil. Aunque Tim Cook declaró también en la WWDC que la idea era la de abrir más la plataforma a los desarrolladores, también puso freno a cambios radicales:

Creo que nos veréis abrirnos más en el futuro, pero no hasta tal punto que pongamos al cliente en riesgo de tener una mala experiencia.

Mala experiencia... ¿para quien? La filosofía de Android y su apertura a las opciones vuelven a ser en este caso un importante valor para los usuarios de esa plataforma. Eso posibilitaría acceder a prestaciones que Apple --al menos en ese momento-- decida no implantar.

Quizá de ese modo no tendrían problemas absurdos como el hecho de que iOS no contara con un sistema de copiar y pegar texto en iOS, algo que tardó dos años en llegar a la plataforma (en concreto, a iOS 3.0, que llegó en junio de 2009) y que cuando llegó, por supuesto, fue anunciado a bombo y platillo.

Será difícil ver cambios radicales en el teclado de Apple, y aún más difícil que abran las puertas a desarrollos de terceros como opciones nativas. Y sin embargo, la llegada de Chrome como alternativa a Safari (eso sí, éste último sigue siendo el navegador nativo) nos hace pensar en que quizás --solo quizás-- Apple esté dándose cuenta de que a veces las opciones son mejores que el control absoluto.

En Xataka | Typo Keyboard: pronto podrás disfrutar de teclado físico en el iPhone

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